viernes, 15 de marzo de 2013

Bicicleta-cuchara-manzana



Este es el título de un esperanzador documental sobre la Enfermedad de Alzheimer, protagonizado por Pasqual Maragall. Quien fuera alcalde de Barcelona y presidente de la Generalitat de Cataluña, dejó su actividad política y publica a causa de un diagnóstico de Alzheimer en 2007.

Este documental recoge la vida de Maragall y su familia durante dos años, en su día a día cotidiano y en su lucha contra la enfermedad. Se estrenó en 2010 y ganó un Goya a la mejor película documental en la edición de 2011.

¿Por qué el título del documental?
 "Bicicleta-cuchara-manzana”, son tres palabras que se utilizan en el "Mini Examen Cognoscitivo" de Lobo, una adaptación del Mini Mental State Examination de Folstein al español. El meollo de la cuestión, está en que la persona a la que se le pasa el test, deber repetir estas palabras en un momento dado de la prueba, y repetiralas hasta aprenderlas. En un momento posterior del test, y tras realizar una prueba de cálculo se le pide a la persona que las repita, para comprobar si dichas palabras se han retenido.

El llamado familiarmente “minimental”, por los que más lo usan, es una herramienta rápida y eficaz de "cribado" para el diagnóstico de la demencia. La puntuación  puede ir de 0 a 30, y un resultado menor de 24, revela que existe demencia... 

1. Orientación temporal. (Un punto por respuesta correcta)
- ¿En qué año estamos?
- ¿En qué estación?
- ¿En qué día?
- ¿En qué mes?
- ¿En qué día de la semana?  
2. Orientación espacial (Un punto por respuesta correcta)
- ¿En qué lugar estamos?
- ¿En qué piso?
- ¿En qué pueblo?
- ¿En qué provincia?
- ¿En qué país?

3. Fijación
- El profesional nombra tres palabras y luego, le pide al paciente que las repita. Aunque puntúa la primera repetición, la prueba sigue hasta que el sujeto consigue repetir las tres. (Un punto por cada palabra correcta)


4. Atención
- Cálculo
Se le dice al paciente: "Si tiene 30 pesetas y me las va dando de tres en tres ¿cuántas le van quedando?. La pruebas se detiene tras cinco sustracciones. (Un punto por cada cifra correcta).

5. Recuerdo diferido.
- Se le pide al paciente que recuerde las tres palabras mencionadas en la prueba 3. (Un punto por cada respuesta correcta)
6. Lenguaje.
- Denominación. Se le enseña al paciente un lápiz y se le pregunta qué es. Luego, lo mismo pero con un reloj. (Un punto por cada acierto)
- Repetición. Se le pide que repita la frase "ni sí, ni no, ni pero" o "en un trigal había cinco perros". (Un punto si lo hace bien)
- Órdenes. Se le pide que coja un papel con la mano derecha, lo doble por la mitad y lo ponga en el suelo. (Un punto si lo hace bien)
- Lectura. El profesional escribe legiblemente "cierre los ojos". Se le pide al paciente que lo lea y lo haga. (Un punto si lo hace bien)
- Escritura. Se pide al paciente que escriba una frase con sujeto y predicado
- Copia. El profesional dibuja dos pentágonos con una intersección. El paciente debe copiarlos. (Un punto si lo hace bien)




jueves, 14 de marzo de 2013

Perspectivas...

Imagina que pongo frente a tus ojos una baraja de cartas como la maga que NO soy y te pido que tomes una al azar y que me digas de qué carta se trata sin mirarla. Probablemente me dirás que no eres adivino y que no podrías quizá ni tan siquiera aproximarte, porque necesitarías saber en todo caso, de qué tipo de baraja se trata. 

Si te digo que es una baraja española, podrías tal vez aproximarte más, e incluso la probabilidad sería mayor si te dijese que he quitado los ochos y los nueves de cada palo. Para afinar más en tu ejercicio de adivinación, eliminarías dichas cartas de la lista de cartas posibles. 

El hecho de que aciertes o no, es desde luego una cuestión de azar, pero con las indicaciones que te he dado, no es nada probable que te encuentres el tres de diamantes, por lo que ni te plantearías buscarlo. No entraría dentro de tus expectativas.

Este ejemplo puede ser muy absurdo, pero bastante clarividente a mi entendimientdespués de releer anoche un capítulo de "Adicción al Pensamiento" de Pedro Jara, concretamente, "Mirando en Perspectiva".

En el transcurso de la vida a menudo nos sentimos decepcionados y dolidos con otras personas e independientemente de que decidamos apartarlas de nuestro círculo, (lo cual queda a nuestra elección), puede que después de mucho tiempo sigamos rumiando pensamientos negativos relacionados con esta o aquella persona que nos decepcionó. Quizás, en un ejercicio que va mucho más allá de la empatía, consigamos no solo ponernos en el lugar de la otra persona, sino comprender que...su esquema de pensamiento se aproxima bastante a la idea de "tipo de baraja".

Si pudiéramos situarnos físicamente como propone el autor, en el mismo lugar que esa persona y nos preguntáramos por sus objetivos, por sus sentimientos, por sus ideas, por sus experiencias...(lejos de juzgar si la baraja española es mejor o peor que la de póker, situándonos sencillamente en el plano objetivo en el que evidenciamos que ambas barajas son en esencia distintas)...quizá entonces comprenderíamos (alejándonos de nuestro propio esquema), que no es práctico esperar encontrar el tres de diamantes en una baraja española...ni la sota de bastos en la de póker...y que aunque hay personas que se pasan toda la vida haciéndolo, quizá no sea útil ESPERAR según QUÉ, de según QUIÉN...


jueves, 7 de marzo de 2013

Depende...¿de qué depende?

Nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Y entre tanto, DEPENDEMOS. La dependencia nos acompaña  a lo largo del ciclo vital aunque luchemos constantemente por desplazarla.

Comenzamos la vida con una dependencia total de nuestros cuidadores, orientada a la supervivencia. La adolescencia es motivo de conflicto entre generaciones por los desequilibrios derivados de dos fuerzas opuestas: la independencia ansiada del adolescente que a la vez depende de sus progenitores. Durante la adultez, conseguimos ser independientes en ciertas facetas como la económica o laboral, mientras que con la vejez llegan otras nuevas formas de dependencia como la física, la social, e incluso la económica.

Por otra parte no hay que dejar escapar, que cuanto más evolucionada es la sociedad, mayor es nuestro nivel de dependencia. Dependemos de los electrodomésticos para cocinar y conservar los alimentos, de los medios de transporte para desplazarnos, de las nuevas tecnologías para comunicarnos. En definitiva, nuestro modelo de sociedad potencia en gran medida la dependencia. Vivimos en constante lucha para que en el difícil equilibrio uso-abuso, la dependencia no nos gane la batalle definitiva.

Los desequilibrios que se producen en las diferentes etapas de nuestra vida y la forma de resolverlos, dependen  en gran medida de los logros conseguidos en etapas anteriores. Por ejemplo, si tras un desequilibrio en nuestra salud adoptamos una actitud de autocuidado, dependeremos con menor probabilidad de ciertos fármacos para sobrevivir en la vejez, y si mantenemos un estilo de vida saludable, tendremos más posibilidades de retardar la dependencia física disfrutando de un envejecimiento activo. En este hecho se basa el enfoque de life-span (ciclo vital), cuyo mayor representante es Baltes y que se centra en explicar el desarrollo y la adaptación personal considerando importantes todas las etapas de la vida, a través de una visión más compleja del desarrollo humano que se contemplará en otros posts.

Personas, sustancias, objetos, o incluso nuestro propio pensamiento, pueden ser en mayor o menor medida a lo largo de nuestra vida motivo de dependencia. 

Y tú...¿de qué dependes?