miércoles, 23 de octubre de 2013

Tiempo de Cuidar al Que Cuida


A ti, cuidador/a valiente,

que un día decidiste enfrentarte

a la compleja, dura pero también

gratificante tarea de cuidar

 y procurar bienestar a esa persona

a la que quieres…


Es posible que a menudo no sepas contestarte a muchas preguntas y sientas miedo, pero recuerda que todo lo que haces tiene un valor incalculable y no te olvides de todas las situaciones que has podido afrontar hasta hoy. Nadie mejor que tú sabe todo lo que has aprendido por el camino. Tu experiencia es una gran fuente de sabiduría y tienes mucho que decir y enseñar. Es por eso que aunque haya días en que te cueste mirar al frente con optimismo, debes saber que cada vez eres más visible en esta sociedad, y que aunque muchos ni se imaginan lo que esta tarea implica, muchos otros  admiramos tu labor. Por todo esto, no te olvides de TI.

Cuidar, puede ser una de las experiencias más satisfactorias a las que puede enfrentarse el ser humano, es posible que eso tú ya lo hayas valorado. Aunque haya días en que te sientas solo/a, toma conciencia de que hay personas pendientes de ti, que no se olvidarán nunca de recordarte el valor que tiene lo que haces y lo importante que es tu salud.

El cuidado empieza por ti mismo, por ti misma. 
Hay ciertas señales de alerta que pueden indicarte que es el momento de empezar a ponerle límites al cuidado:
-        cambios en tus hábitos del sueño o alimentación,
-        sensación continua de cansancio y agotamiento,
-        aumento en el consumo  de excitantes como el café, el tabaco o  bebidas alcohólicas.


Otras señales pueden manifestarse físicamente por medio de palpitaciones y molestias en el aparato digestivo.
A nivel emocional pueden darse continuos  cambios del estado de ánimo y enfados frecuentes que pueden deteriorar tus relaciones familiares.

En el plano social, muchos que cuidan como tú, se aíslan y pierden interés por actividades y personas que antes  sí eran objeto de interés. Se concentran en el cuidado hasta tal punto, que dejan de ocuparse de sí mismos/as y llegan a manifestar síntomas depresivos y/o de ansiedad.

Para evitar estas situaciones, es importante que establezcas límites en el cuidado y que empieces a darte cuenta  de qué cosas puede hacer de forma autónoma el familiar al que cuidas. Fomentando su autonomía, reducirás la carga total del cuidado. Igualmente debes tener presente que tú mismo/a tienes límites como ser humano, y que quizá haya llegado el momento de pedir ayuda a otras personas de tu entorno, ya sean familiares o  profesionales.

Y… ¿qué hay de tus ideas y creencias relacionadas con el cuidado? Es importante que las revises y reflexiones sobre ellas. Dichas creencias pueden suponer un obstáculo en muchas ocasiones, por ejemplo a la hora de pedir ayuda a los demás, haciéndote sentir culpable o incluso convenciéndote de que no mereces o necesitas un paseo o un café con una amiga para despejarte.

Por eso, cuidador/cuidadora valiente, es importante que aprendas a cuidarTE. Los que conocemos tu valiosa labor, sabemos que dedicarTE tiempo no es fácil. Sin embargo, debe ser una tarea prioritaria, tan o más importante que otras muchas que diariamente realizas con tu familiar.
Empieza hoy al menos a tenerlo en cuenta, a TENERTE en cuenta.




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COLABORACIÓN PARA EL BLOG DE "TIEMPO DE AYUDAR Y CUIDAR", empresa de Ayuda a Domicilio de Cehegín. 

Un homenaje a los cuidadores que pretende recordar la importancia que tiene centrarse en el propio cuidado. El cuidado de los demás empieza por el de uno mismo.

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